Dra. María Soledad Erazo destaca el legado del profesor Zemelman, fallecido recientemente en México.

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Hugo Zemelman ha fallecido la madrugada del pasado jueves, dejando un gran vacío en todos quienes tuvimos el privilegio de compartir con él, sueños y proyectos de una América Latina capaz de pensarse a sí misma desde su historicidad e idiosincracia intelectual.
El profesor Zemelman ha sido y seguirá siendo un pilar fundamental en nuestro Programa de Doctorado. Ha dejado en cada estudiante que formó, su huella indeleble con aquellas preguntas, agudeza intelectual, reflexiones y calor humano que transformaron sus formas de pensar, sentir y hacer ciencia en educación.
Lo hizo a través del pensamiento, y no hay legado más humano y engrandecido que el amor y la genialidad traducidos en ideas que transmutan el mundo en una perspectiva de proyecto colectivo, en el que cada ser humano tiene cabida con su singularidad e historicidad.
Las palabras de Mario Carvajal, estudiante de la primera promoción del Doctorado, quien fuera ayudante en la cátedra epistemología de las ciencias sociales y humanas en el Doctorado, enviadas a sus compañeros de estudio y profesores, expresan el sentir de nuestra comunidad: “Lamentablemente ha marchado el Maestro. La tarea es dura.
En muchas oportunidades, lugares y países me manifestó el cariño que tenía hacia el Doctorado. Reconocía la valentía y el coraje de su propuesta académica, única en América Latina.
Sus tiempos no tenían parámetros; él fluía en la sinfonía de sus ideas y, de alguna manera, ciertas notas de lucidez nos tocaron. Era capaz de reconocer en cada uno de nosotros esa incertidumbre que nos hacía empujar la historia hacia nuestro favor. Fue hombre de su época, comprometido con las utopías emancipadoras, vehemente en su forma de enfrentar las injusticias y el futuro. A la vez, su asombro infantil frente a la vida, lo cubrió de curiosidad atreviéndose a zambullirse en lo indeterminado-potencial de la realidad social. Él decía que la educación era el amanecer del hombre todos los días, ese afán lo llevó a luchar por sus ideas de manera de conceder a la historia una finalidad humana.
Su vida fue cruzada por la experiencia de la Unidad Popular; desde ahí, nace su propuesta epistemológica desarrollada posteriormente en México: “Epistemología del Presente Potencial” también conocida como “Epistemología de la Consciencia Histórica”. Muchos nos sentimos desamparados, me queda el alivio de haber sido preparado para enfrentar lo incierto, lo indeterminado."
El Doctorado en Ciencias de la Educación, Mención Educación Intercultural de nuestra Universidad, agradece hoy el aporte de un académico que con sus características personales, la potencia de sus ideas, su sentido pedagógico, entereza y coraje, nos permitió proponer al país un campo de investigación que permite visibilizar la persona humana como sujeto de cultura, tradiciones formas de pensar y sentir el mundo que reclaman su aporte a la construcción de una ciudadanía intercultural, desde América Latina y para América Latina.
(*) Directora Doctorado en Ciencias de la Educación, Mención Educación Intercultural. U. de Santiago de Chile.
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